Ayer Sansón partió hacia un lugar seguramente mejor que este, en el que solo encontró sufrimiento. Y le prometí que todo lo que él sufrió no va a ser en vano. Por eso, hoy decidí comenzar a cumplir mi promesa enviando este mensaje.
Me propuse que su caso sirva para hacer que los que no entienden tomen conciencia de cuales son los resultados de su ignorancia, su desinterés, su falta de humanidad.
Que sepan que pasa cuando no se esteriliza, cuando no se denuncia el abandono, cuando se maltrata, cuando se pierde la humanidad.
No soy participe de difundir imágenes del dolor, pero lamentablemente para muchas personas una imagen vale más que mil palabras. Y, si con esa imagen logro que uno de cada 10 al menos sienta algo, el sufrimiento de Sansón va a permitir salvar a muchos otros que andan deambulando por las calles en las mismas condiciones o en condiciones similares.
Algunas de ustedes me conocen y otras no saben quién soy, y realmente creo que quién soy no es importante. Lo que sí importa es que amo a los animales, la naturaleza, la solidaridad.
Hago todo lo que está en mis manos para ayudar a mejorar la calidad de vida de todos y estoy convencida que la única manera de lograr algo es trabajando todos juntos, sumando voluntades, ayudando al que nos necesita, sin criticar, sin que importe de quién son las ideas, si son buenas bienvenidas sean.
El egoísmo, la falta de solidaridad o de humildad, la crítica y el afán de perjudicar a alguien que hace más, o a quien las cosas le salen bien van de la mano con la inhumanidad.
Esta es la primera vez que comento alguno de mis rescates y lo hice porque pensé que si sumaba gente que le enviara amor a Sansón se iba a recuperar antes.
Realmente hay gente a la que no tengo palabras para agradecerle sus palabras, su solidaridad, su interés, su granito de arena en todo momento y también hay gente que me decepcionó mucho. Porque cada vez que me necesitaron estuve y en el único momento que los necesite al menos dándome aliento prefirieron dedicarse como siempre a criticar a la gente que aportaba su granito de arena, a la que mandaba un mensaje de aliento, a la que aportaba una idea.
Estas actitudes no suman, restan, son tan negativas como las de la gente que no toma conciencia de la importancia de la esterilización, no denuncia el abandono o maltrata a un animal.
La única manera de ayudar a los animales, a la naturaleza, a las personas es sumando gente a cada una de las causas, no alejándola.
Sansón me hizo ver muchas cosas. Le voy a estar agradecida toda la vida por esa mirada dulce y pura que me dirigió. Porque aunque la especie a la que pertenezco, mal llamada humanidad, fue la responsable de su dolor él no guardo ningún rencor y me sonrió con sus ojos inocentes y dulces.
Voy a trabajar incansablemente para salvar a los que quedan como una manera de retribuirle a ese ángel el haber pasado por mi vida y haberme dirigido la mirada más dulce del mundo.
