A veces no se sabe si contar o no ciertas cosas, porque a algunas personas sensibles les hace mal leerlas, y a otras personas prejuiciosas les provocan rechazo.
Yo creo que la realidad es y está, por más que queramos ignorarla, o desear que fuera diferente; a la personas sensibles les pediría que traten de verle la parte linda, ¿por qué llorar si leen que un animalito estuvo mal y perderse el final feliz que alguien reparó en el, lo curó y está en el intento de tener una buenísima vida?
Y a los prejuiciosos bueno, con estos se me hace más difícil, pero que le vamos a hacer? una vez había una persona que me había encantado como adoptante de un gatito divino que tenía y todo venía perfecto hasta que mencioné su origen, la villa, y ahí se vino todo abajo, dijo que 'a ver si me contagia alguna enfermedad', el gatito había estado un mes conmigo, se terminó de criar con mamadera, desparasitado, sanísimo pero ... no lo quiso al enterarse de donde venía.
Por eso a veces no se si contar o no ciertas cosas, mentir sobre el origen no, pero decirlas tan claritas como son a veces provocan llantos o rechazo, entonces no se que hacer.
A la vez me parece positivo que personas que no se imaginan que estas cosas pasan se enteren, a mi misma me sirvió mucho leer como rescataban animales otras personas cuando yo no sabía como hacerlo, vi que se podía y de alguna manera me animé y seguí esos pasos.
Necesitamos sumarnos y multiplicarnos, los animales están desamparados, dependen de nosotros, no pueden arrastrarse solos hasta una veterinaria y pedirle al Dr que los cure y sacar la billetera y pagarle, no pueden entrar al supermercado a comprar comida, solamente cuentan con la buena voluntad de las personas.
Si somos más haciendo esto, van a ser menos los animales desamparados.
Va la historia de Felipe el hermoso ex Cachuzito, seres sensibles lloren pero de felicidad: el fue rescatado, y prejuiciosos sepan que corren mas riesgos compartiendo la vida con humanos que con animales, estos nunca les van a apuntar con un arma para asaltarlos y es más probable contagiarse de algo al darle la mano a un humano que acariciando a un animal.
Fue durante una tarde que salimos de recorrida, Roxana Marisol y yo, estuvimos en cabin 9 por el relevamiento para el operativo de castración y luego fuimos al barrio toba donde Roxana había visto cachorritos para rescatar, iban a guardería, pero uno de ellos, que encontramos en un ranchito solo, sin hermanos, parecía muy débil, a guardería no podía ir, entonces después de llevarlo a la veterinaria donde lo medicaron con antibioticos y vitaminas, fue a parar a la casa de Marisol quien se hizo y se hace aún cargo de él.
Van las 3 primeras fotos cuando todavía lo llamábamos 'Cachuzito', pueden ver lo frágil que estaba, tenía dos lastimaduras infectadas, en una foto se ve la más grande abajo de la pancita, hinchada de parásitos, despeluchado, con falta de calcio, anémico, apenas si podía caminar, que otro nombre le cabía en ese momento?
Vitaminas, antibióticos, azadieno, buena comida, mimos y paciencia, convirtieron a Cachuzito en Felipe el hermoso, un cachorrito saludable, fuerte, alegre, inteligente, bicho, despierto, juguetón, activo, que promete ser todo un perrazo con personalidad cuando crezca, va a ser tamaño mediano.
Va la foto actual de él.
¿Qué le falta ahora a Felipe?
Solamente la familia que lo quiera, que se comprometa a tenerlo para siempre, porque una adopción es para toda la vida pase lo que pase, nos mudemos, nos divorciemos, cambiemos de situación economica o lo que sea, nuestros animales van donde y con quienes nosotros vayamos como una parte nuestra.
Interesados en llevarse a su casa a esta joyita llamada Felipe, pueden comunicarse con Marisol al 156130613
